Algunos insectos son capaces de contar... cuando hay sexo de por medio

Escarabajos de la especie Tenebrio molitor copulando. (Foto: Universitat de València)
Sí, sí, sí... Con esa cara que tienes tú ahora me quedé yo cuando leí la noticia. No es una coña: se trata una investigación de la Universitat de València (clic aquí para leerla completa) de la que ya se han hecho eco muchos medios especializados. Parece que algunos insectos saben contar, una habilidad que hasta hace poco se pensaba que era exclusiva de los vertebrados... Pero la emplean para exactamente lo que acaba saliendo en todas las conversaciones de amigos: el sexo.
El insecto "matemático" es el escarabajo de la harina (Tenebrio molitor). Cuenta los machos rivales con los que compite para aparearse: cada uno de estos escarabajos corren el riesgo de que otro macho copule con la misma hembra después que él y desplace su semen, de forma que no consiga transmitir sus genes a la siguente generación. Para que el esperma esté a salvo dentro de la futura mamá, es decir, quede almacenado por la hembra, hacen falta entre siete y diez minutos, un periodo clave en el que el escarabajo de la harina permanece alerta y dedica más o menos tiempo a guardar a la hembra según la cantidad de competidores que haya en las inmediaciones, para impedir nuevas cópulas.
Según explica Pau Carazo, investigador principal del estudio en el que también han participado Enrique Font y Reyes Fernández-Perea, cuando hay pocos rivales en las inmediaciones el macho no protege a la hembra, ya que la posibilidad de una nueva cópula que lo desplace como progenitor es baja. Pero, conforme se incrementa la densidad promedio de competidores y el riesgo de que la hembra se aparee con un segundo macho es mayor, estos aumentan, a su vez, el tiempo que permanecen con la hembra tras la cópula (‘guarda de pareja’) para evitar que tenga contacto con otros machos y asegurarse de que su esperma no se pierde.
El trabajo de estos científicos sugiere que los escarabajos de la harina son capaces de reconocer individualmente a cada individuo y acumulan en su memoria el número de individuos distintos que se encuentran para valorar cuántos hay en su entorno más inmediato. El hallazgo es bastante importante, porque durante los últimos años se ha observado la capacidad de contar de diversos vertebrados, y ahora de invertebrados. Es posible que, en realidad, los caracteres cognitivos que nos permiten contar "estén mucho más extendidos de lo que se sospechaba”, dice Carazo.
Y llegados a este punto... dos cuestiones para terminar: en primer lugar, es curioso que, al fin y al postre, los escarabajos utilicen su capacidad de contar para lo mismo que los seres humanos en un bar de moda; en segundo, si después de hablar de sexo y esperma y todo lo demás este post te llega al buzón de entrega de tu correo, es que tienes que ver si funciona o no tu filtro antispam. ¡Hasta el próximo post!

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