El cambio climático es una amenaza real para la industria de la nieve en España

Maja nevada la que cayó a últimos de enero en Castiello de Jaca (Huesca), pero como dijo Raquel, de Casa Pío: "antes esto pasaba muchas veces".
Con las nevadas que nos han estado cayendo encima la última quincena de enero, después de leer el título del post estaréis pensando: "Pero, ¿cómo se le ocurre a este tío hablar de cambio climático con esta rasca?". Si tenéis un poco de paciencia y no habéis dejado de leer ya, convencidos de que estáis ante otro panfleto catastrofista, vais a ver unos cuantos datos muy reales y muy recientes que sugieren que, efectivamente, el cambio climático va a traer muchos problemas a las estaciones de esquí en toda España.
Una investigación internacional (clic aquí) en la que ha participado la Universidad Politécnica de Cataluña, ha estudiado el caso particular de Andorra y ha demostrado que el aumento de temperaturas como consecuencia del cambio climático supondrá una menor duración de la temporada de esquí en las estaciones del principado.
El estudio ha considerado dos posibles escenarios: una subida de 2 o de 4 ºC de temperatura media en invierno. Estos incrementos no se han escogido al azar, sino que son los que se prevén en el informe SRES del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) como plausibles para el Pirineo a finales del siglo XXI. Y ¿en qué situación dejaría eso a la industria pirenaica de la nieve? Pues en el segundo caso las pérdidas, sólo en Andorra, se situarían en 50 millones de euros. Ahora podemos extrapolar las consecuencias para Aragón y Cataluña... Como dicen en mi pueblo: "Casi nada lo del ojo, y lo llevaba colgando".
Pero este estudio publicado en enero no es el único "serio" que apunta en esta dirección. En la web del Observatorio de Seguimiento del Cambio Global de Sierra Nevada (clic aquí para ver la noticia original) se publicaba este año pasado un artículo que dice: "[...] la tendencia predominante es que la nieve durará cada vez menos [...] es previsible que la nieve ocupe cada vez menos superficie dentro de cada rango altitudinal", refiriéndose a la estación de esquí de Pradollano, en esa montaña andaluza. Hay otra cosa que dice el artículo que, dadas las circunstancias, resulta más que razonable: "Esto haría pensar que quizás no es una buena inversión trata de ampliar una estación de esquí en la que cada vez habrá menos nieve. ¿Cuánto tiempo tardaríamos en amortizar la inversión realizada?". Cuando leo esto, no puedo evitar pensar en el desafuero que se va a cometer en Huesca ampliando Cerler por Castanesa (clic aquí para ver el artículo en mi blog).
Pero ¡ojo!, que aún no he terminado de dar datos de fuentes muy serias: la BBC ha publicado este mes de enero una noticia que alerta sobre cómo se han reducido los glaciares de los Andes en las últimas décadas (clic aquí, os prometo que es el último enlace...). Y las cifras son tremendas, porque desde los años setenta los glaciares en alturas superiores a 5.400 m han perdido una media de 75 cm de espesor de hielo al año, mientras que por debajo de esa altitud la pérdida se dispara hasta el metro y medio anual. De todas formas, no hace falta irse a los Andes, con darse una vueltecica por los glaciares del Aneto o de Monte Perdido y comparar lo que vemos con una foto de hace 30 años, sobran todos los estudios científicos.
Y para terminar, algo mejor que cualquier dato de cualquier estudio, la sabiduría popular. Dicho el 27 de enero de 2012 por Raquel, de Casa Pío en Castiello de Jaca (Huesca), con un palmo escaso de nieve en la calle: "Ahora ya no estamos acostumbrados [a la nieve] pero antes esto pasaba muchas veces". Y yo me fío mucho de Raquel en cuestión de cambio climático, bastante más que del primo pasiego de Revilla y, por supuesto, que del primo ingeniero de Rajoy.

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