Más de 27.000 grullas en la invernada de este año en Gallocanta

La laguna de Gallocanta es un paraíso natural para las grullas
La laguna de Gallocanta es un paraíso natural para las grullas. (Foto: Gobierno de Aragón)

La sequía del pasado otoño casi da al traste con la temporada de invernada de grullas en la laguna de Gallocanta.
Durante los meses de octubre y noviembre de 2016 los censos han estado muy por debajo de las cifras habituales durante esos meses, según explicaba una noticia del servicio de prensa del Gobierno de Aragón. El primer aumento importante en el número de grullas presentes en Gallocanta se produjo a primeros de noviembre, con una cifra de cercana a los 8.000 ejemplares, muy lejos sin embargo de los 24.000 censados en las mismas fechas de 2015. No ha sido hasta el mes de diciembre cuando los censos han vuelto a sus niveles habituales, gracias al aumento de la lámina de agua de la laguna debido a las lluvias del final del otoño, con más de 27.000 ejemplares.
Estas son las cifras del último censo disponible a 1 de enero de 2017, que maneja el Departamento de Medio Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón (tabla a continuación).

Censos de grullas semanales de la temporada 2016-2017 en la laguna de Gallocanta
Censos semanales de grullas de la temporada 2016-2017 en la laguna de Gallocanta. (Fuente: Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón)

La campaña pasada los censos mostraron una media de 19.627 aves, pero se llegaron a contar hasta 29.637. Estos censos, que son llevados a cabo por trabajadores de Sarga y los APN del Gobierno de Aragón que vigilan la reserva natural de la laguna de Gallocanta, se prolongarán hasta el mes de marzo, fecha en la que se da por finalizado el paso prenupcial.

Peculiaridades del paso otoñal de las grullas por Gallocanta en 2016

La migración de las grullas comunes (Grus grus) está sometida a oscilaciones interanuales de los censos, sobre los cuales influyen factores meteorológicos, ambientales y de disponibilidad de alimento. 
En 2016 la llegada de las aves ha sido tardía y el paso se ha desarrollado de forma progresiva. Se han sucedido constantes entradas y salidas de bandos migratorios que permanecían muy poco tiempo en la cuenca de Gallocanta debido a la escasa lámina de agua durante octubre y gran parte de noviembre. El agua es utilizada por las grullas como protección ante los depredadores y la falta de defensa frena su estancia en la laguna.

Las cifras se han estabilizado en diciembre, aunque se espera que sean algo inferiores a la media de los últimos años.